Ella Salía del baño, la habitación se inunda de la deliciosa fragancia que emana,
entreabro la puerta y me quedo observando el hermoso espectáculo de su cuerpo el pelo mojado, envuelta en una toalla.
Te paras frente al espejo, dejas caer la toalla lentamente, como si fuera un ritual de danza, sonríes, cómplice de fantasías de ensueño, o quizás solo apreciaste lo hermosa que luces en vestido de Eva.
Tu piel tersa y suave, adornada aun con perlitas de agua se deslizan por tus pechos, de pezones miel que al contacto con el frio se tornan turgentes como si los tuviera presos en mis labios.
Dudo en entrar, no lo hago, te observo acariciarte haciendo pequeños círculos alrededor de tus pezones, te muerdes el labio inferior, cosa que aumenta mi calor corporal.
Recoges la toalla y te secas con ternura, luego buscas cremas y comienzas a untarlas dándote pequeños masajes primero en el cuello, luego los hombros, vas a tu vientre, luego despacio bajas a tus voluptuosas y deseables nalgas de ninfa que masajeas despacio luego tus muslos, ingle, abriendo un poco las piernas, se puede ver tu delicado y rasurado sexo, te sientas y esparces tus esencias en los pies dándote ligeros toquecitos más profundos, por tus gestos puedo percibir que estas excitada, te diriges a tus pechos los cuales acaricias generosamente lanzando un pequeño gemido que exaspera mis sentidos
Te dejas caer en la cama frente al espejo y buscas con tu mano derecha tu sexo, que puedo imaginar cálido, húmedo, sediento de sentir placer, por el espejo intento ver tu clítoris hinchado, palpitante atrapado entre tus dedos que lo acarician despacio tus manos acaparan todo tu sexo y no logro ver donde acarician pero imagino, mojo, tiemblo.
Tu ritmo empiza ha ser más rápido te tocas los pechos, tus caderas danzan un ritmo conocido para mi, y tus gemidos se convierten en dulce melodía, te veo temblar se tensan tus muslos y levantas las caderas explotas, vibras ,te estremeces.
Entro a la habitación me espera una vulva palpitante, húmeda, extasiada así como está la mía...
(Gabriele Rigon, photographer)